El cine de Hirokazu Kore-eda

A lo largo de su filmografía el director japonés refleja en sus hitorias los cambios que se han ido produciendo en la familia tradicional japonesa.

La familia en el cine japonés

Asociado genralmente con la figura de Yazujiro Ozu, uno de los directores más importantes del cine clásico japonés, Hirokazu Kore-eda se ha ocupado de reflejar a través de sus films la evolución que se ha producido en la concepción tradicional de la familia japonesa. Un tema que Ozu habia plasmado las décadas del 40 y 50 en films como Primavera tardía (1949) o Historias de Tokio (1953) en los que mostraba los cambios que se empezaban a vislumbrar en el modelo de familia clásico con la llegada de la modernidad.

Hirokazu Kore-eda no es el único director japonés que indaga en este tema. En los últimos años, diversos directores japoneses han buscado dar cuenta desde perspectivas y géneros distintos de los sucesos que han convulsionando a la sociedad japonesa contemporánea y los cambios que inevitablemente ha tenido esto en la concepción tradicional de la familia y en la forma de vincularse de los individuos, en una sociedad donde los lazos sanguíneos ya no son los únicos requisitos para conformar una familia.

Somos una familia (2018), ganadaro de la Palma de Oro en Cannes — Somos una familia (2018), ganadara de la Palma de Oro en Cannes

La familia según Hirokazu Kore-eda

Películas como Un asunto de familia (2018), Nuestra hermana pequeña (2015) o De tal padre tal hijo (2013) son sólo algunas de las obras del director en las cuales a partir de historias bien diferentes entre si el ahonda en los vínculos que establecen entre sí los personajes de sus films y como la familia actual no necesariamente es algo que nos es impuesto o que hemos heredado, sino que también tenemos la posibilidad de elegir a las personas que queremos que formen parte de eso que hoy consideramos “familia”.

De tal padre tal hijo (2013) Hirokazu Kore-eda — De tal padre tal hijo (2013)

Más allá de los lazos sanguíneos

A partir de una mirada distante, sin juzgar ni tomar partido por determinado personaje o situación, Kore-eda nos muestra en sus films diversos modelos de familias y nos hace partícipe de los sentimientos, emociones y dificultades que sus integrantes, que no necesariamente están vinculados por lazos sanguíneos, atraviesan en su vida cotidiana, que no distan mucho de los de las famlias tradicionales.

Nuestra hermana pequeña (2015) Hirokazu Kore-eda — Nuestra hermana pequeña (2015)

Repensar el modelo de familia

Ningún modelo es mejor que otro, sólo son diferentes formas de conformar una familia, de establecer vínculos con los demás, de amar y ser amados: madres viudas que vuelven a casarse, hermanas abandonadas por su padre que deciden adoptar a la hija que este tuvo con otra mujer, padres y madres que descubren que su hijo biológico fue cambiado al nacer y priorizan el bienestar de los niños a los vínculos sanguíneos, hombres divorciados que pelean por seguir siendo parte de la vida de sus hijos, niños sin padre ni madre tratando de sobrevivir solos en un mundo hostil, personas de distintas generaciones sin relación de sangre que deciden vivir en un mismo hogar como si fueran una familia, y hasta una muñeca inflable que descubre que tiene corazón y busca con quien compartirlo… estos son algunos de los “modelos” familiares que el director nos presenta en sus films, a través de los cuales nos invita a pensar en la sociedad actual japonesa y de cualquier otro lugar del mundo.